En la era digital actual, la tecnología está cambiando profundamente la manera en que entendemos y gestionamos nuestra salud. Uno de los avances más interesantes en este ámbito es la capacidad de detectar signos vitales mediante la inteligencia artificial (IA), a través de un asistente virtual. Este avance aporta nuevas oportunidades para el ámbito sanitario en cuanto a monitorización remota y el autocuidado.

Según un estudio detallado en The Medical Futurist sobre cómo la IA puede detectar signos vitales desde la cara, esta tecnología ya está mostrando resultados muy prometedores y es una de las áreas con mayor potencial en la salud digital.

AiMA: la IA que también cuida la salud emocional

La inteligencia artificial no solo sirve para monitorizar parámetros físicos; también está dando pasos importantes en el ámbito de la salud mental. AiMA es uno de los asistentes empáticos que puede acompañar a las personas en su día a día, ofreciendo apoyo emocional y conversación comprensiva. Esta herramienta está pensada para combatir la soledad y mejorar el bienestar emocional.

Mediante el uso de IA avanzada, AiMA detecta las necesidades del usuario y adapta la conversación para ofrecer un acompañamiento realista y personalizado. Así, la tecnología se convierte en un aliado no sólo de la salud física, sino también del bienestar mental y emocional.

Desde AiMA estamos trabajando para conseguir que nuestro asistente empático detecte los signos vitales a través de los gestos y cambios en la cara de los pacientes o usuarios. Esto permitirá que se convierta en una ayuda para erradicar la soledad no deseada y a la vez permitirá la prevención y el control de la salud gracias a la detección precoz de posibles dolencias y enfermedades.