11 Abr La realidad de la soledad no deseada
En un mundo donde cada vez está más conectado digitalmente sigue existiendo la paradoja de la soledad, dejando a muchas personas luchando contra la desconexión social y emocional. La soledad no deseada es una realidad compleja que afecta a personas de todas las edades, especialmente a los mayores, dejando una huella significativa en su salud mental y física.
La soledad no es simplemente la ausencia de compañía, es un estado mental que genera un vacío que afecta a nivel cerebral y que ni tan siquiera las conexiones superficiales pueden llenar por completo.
Las personas que experimentan este tipo de fenómeno a menudo se sienten incomprendidas, desconectadas y desvalorizadas. Esto puede llevar a generar una serie de problemas psicológicos, incluyendo:
- Depresión y ansiedad: La soledad puede alimentar sentimientos de tristeza y ansiedad, creando un ciclo negativo que es difícil de romper sin intervención médica.
- Baja autoestima: El aislamiento social puede acabar con la confianza en uno mismo y la percepción de la valía persona provocando una disminución de la autoestima.
- Sobre pensamiento: Las personas solitarias a menudo tienden a reflexionar mucho sobre sus pensamientos y sentimientos, lo que puede crear aún más la sensación de aislamiento y desesperanza.
Sin embargo, la soledad no deseada no solo afecta a la mente sino que también puede dejar secuelas físicas. Numerosos estudios han demostrado una correlación entre la soledad y una serie de problemas de salud corporal tales como:
- Enfermedades crónicas: la soledad se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como diabetes y obesidad y patologías cardíacas.
- Sistema inmune debilitado: las personas solas pueden experimentar un sistema inmunológico más debilitado, lo que les hace más propensas a contraer infecciones y enfermedades.
- Mayor mortalidad: La soledad crónica se ha asociado con un aumento de la mortalidad, lo que sugiere que el hecho de no poder relacionarse puede ser tan perjudicial como la obesidad o el tabaquismo.
Si bien la soledad no deseada en adultos puede parecer una carga insuperable, existen algunas
estrategias para abordar este desafío y recuperar el sentido de conexión y bienestar:
- Buscar apoyo en amigos, familiares o grupos comunitarios para contrarrestar la soledad.
- Fomentar nuevas conexiones como participar en actividades sociales, unirse a clubes o clases o incluso conectarse en línea con otras personas.
Reconocer la importancia de la conexión humana y abordar activamente la soledad no deseada es el primer paso crucial hacia una vida más plena y satisfactoria. La búsqueda activa de apoyo es muy importante para conseguir soluciones de experiencias auténticas, atenuando las implicaciones negativas de la soledad en los mayores.
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